Con el transcurso del tiempo las rejas de las verjas, de los cercos o de las terrazas se van deteriorando, porque la lluvia y los rayos del sol se encargan de envejecer la pintura y oxidar los hierros. Cuando en las verjas, barandas y herrajes de puertas aparece herrumbre, es cuando llega el momento de hacer el mantenimiento necesario.
Se debe quitar el óxido de manera manual, asear y después realizar la desoxidación química, para estabilizar el desarrollo del óxido.
Se aconseja eliminar los posibles vestigios de óxido que permanezcan en el hierro con un antioxidante químico. Estos decapantes están compuestos por resinas líquidas y pigmentos activos. El producto acciona durante varias horas y forma una ancha capa de color marrón que destruye las partes comprometidas y que se debe eliminar con disolvente o, en todo caso, con agua y jabón cuando esté seco.
Una vez que la superficiese encuentra sin óxido, es necesario aplicar una capa de imprimación específica para hierro y que posea minio. De ese modo, la pintura se fijará mejor y el metal estará más cuidado de las inclemencias exteriores.
Por lo general, las verjas, barandillas o enrejados externos poseen multitud de rendijas, detalles de decoración con curvas y recovecos. Si se emplea un aerosol o se pinta con pistola, el riesgo de goteo es ínfimo. Así, se ahorrará tiempo y dedicación.
Además de emplear esmaltes sintéticos con color, es imprescindible dar de manera previa una capa de pintura antióxido. Dichas pinturas, poseen productos inhibidores, como el cromato de zinc o el óxido de hierro, que confieren a las piezas un poder anticorrosivo adecuado para resistir la acción de los agentes externos.